La Reforma Agraria abre camino a un campo colombiano más justo, productivo y lleno de esperanza.

Miles de familias campesinas hoy pueden decir que siembran en tierra propia. Gracias a la Reforma Agraria, la Agencia Nacional de Tierras hace realidad un sueño aplazado durante generaciones: que el campo colombiano sea motor de desarrollo y esperanza.

Ahora, el futuro del país germina en cada hectárea entregada, porque con tierra titulada las manos campesinas producen alimentos, crean empleo y garantizan que la riqueza de la tierra se convierta en un nuevo comienzo para el campesinado, mismo que por décadas, espero atrincherado en resistencia y esperanza por llegar a ser escuchados y tenidos en cuenta por el gobierno.