En un sorpresivo giro político, la Dirección Nacional del Partido Centro Democrático decidió retirar el aval otorgado a Milton Virgilio Carreño —cuñado de la gobernadora del Meta, Rafaela Cortés— para entregárselo al candidato promovido por el alcalde de Villavicencio, Alexander Baquero.
La decisión, que revierte por completo el apoyo previamente expresado por la Dirección Departamental del partido a favor de Carreño, fue interpretada por diversos sectores como una “paliza política” en medio de la disputa interna entre el mandatario local y la gobernadora por el control del aval para las elecciones a la Cámara de Representantes del próximo año.
Con el cambio, el Centro Democrático oficializó una lista cerrada y con voto no preferente, encabezada por Darwin Castellanos, carta directa del alcalde Baquero. Analistas coinciden en que esta configuración no solo fortalece la aspiración del candidato villavicense, sino que elimina un rival de peso dentro de la misma colectividad.
Factores que habrían influido en la decisión
Fuentes cercanas al partido señalan que la Gobernadora Cortés enfrentaría un creciente desgaste político en el Meta, escenario que podría traducirse en una baja votación para Carreño. A esto se suma la preocupación al interior del Centro Democrático por los compromisos electorales de la mandataria con otras colectividades.
Pese a promover a su cuñado dentro del uribismo, la Gobernación habría mantenido respaldos paralelos para aspirantes al Senado en otros partidos, como el exdiputado Óscar Apolinar (Partido de la U) y Henry Ladino (En Marcha). Esta situación generó dudas sobre la solidez del apoyo real que recibiría la lista del Centro Democrático en el próximo debate electoral.
Un remezón que reconfigura el panorama político del Meta
Con esta decisión, el partido deja en evidencia una fractura en las relaciones entre la administración departamental y la estructura nacional del uribismo. A su vez, fortalece la influencia política del alcalde de Villavicencio en el proceso electoral que se aproxima.
La campaña hacia la Cámara de Representantes entra así en una nueva fase, marcada por realineamientos internos y movimientos estratégicos que podrían modificar la correlación de fuerzas en el Meta durante los próximos meses.




