Luis Alfonso llena El Campín y marca un antes y un después en la música popular colombiana

“La cantina más contentosa” reunió a más de 30.000 personas en una noche de luces y emociones

Bogotá vivió una noche histórica el pasado sábado 4 de octubre de 2025. El estadio Nemesio Camacho El Campín se convirtió en la casa de la música popular gracias a Luis Alfonso, quien con su espectáculo “La cantina más contentosa” reunió a más de 30.000 asistentes en un evento sin precedentes para el género.

Aunque el concierto fue un rotundo éxito, estuvo precedido por días de tensión e incertidumbre: retrasos en permisos, exigencias logísticas y dudas sobre la viabilidad de realizar un show de tal magnitud en el principal escenario de la capital. Sin embargo, la noche demostró que el esfuerzo valió la pena.

Una fiesta a la medida del pueblo

Desde temprano, los alrededores del estadio se vistieron de botas, sombreros y alegría. A las 6:00 p.m. el público ya vibraba con los primeros acordes, mientras una imponente tarima, pantallas gigantes y luces multicolores transformaban El Campín en una verdadera cantina gigante.

El repertorio de artistas invitados fue de lujo: Brian Puerta, Nelson Velásquez, Jhon Álex Castaño y Luis Alberto Posada prepararon el ambiente con sus éxitos antes de la aparición del protagonista de la noche.

Luis Alfonso irrumpió entre aplausos y ovaciones. Con su energía característica y un repertorio que recorrió toda su carrera, ofreció más de tres horas de música, emoción y orgullo popular. Temas como “Contentoso”, “Chismofilia” y “Solcito” retumbaron entre la multitud que coreaba cada palabra.

Momentos memorables

Uno de los instantes más emotivos fue el homenaje a Darío Gómez, cuando Hernán Gómez subió al escenario para cantar “Entre Comillas”. También hubo lugar para las sorpresas: Pipe Bueno acompañó a Luis Alfonso en “La Cantina”, y su hermano Miguel Bueno lo acompañó para el cierre con “Solcito”.

El show combinó tecnología y sentimiento: pirotecnia, efectos visuales, cambios de vestuario y hasta un video con mensajes de su esposa e hijos que conmovió al público.

Organización y logística impecables

Pese a las complicaciones previas, la jornada se desarrolló con orden y seguridad. Las autoridades implementaron desvíos y cierres viales en la NQS, la Calle 26 y la Carrera 50, mientras TransMilenio habilitó rutas especiales para el público.

Las restricciones de ingreso fueron estrictas, y la puntualidad del evento ayudó a evitar aglomeraciones. Los asistentes destacaron la organización y el respeto por las normas, algo poco común en espectáculos masivos.

Un triunfo para el artista y para el género

Luis Alfonso no solo cumplió su sueño de llenar El Campín: elevó el estatus de la música popular colombiana. Lo que comenzó como un reto terminó siendo un símbolo del crecimiento del género, capaz de convocar multitudes y ocupar los grandes escenarios del país.

“Este logro no es mío, es de todos los que aman la música popular”, expresó visiblemente emocionado el artista al final del show.

El Campín se convirtió esa noche en la cantina más grande de Colombia. Y Luis Alfonso, en el protagonista de un capítulo que quedará en la historia de la música nacional.